21 de junio de 2011

La cueva de Conan, LAS CUEVAS DEL CINE...y otras vergüenzas

Érase una vez una tierra de cine llamada Almería, con una luz única en el mundo, conocida en la década dorada de los sesenta como el Hollywood europeo. Un terrible mal azota desde siempre a sus gentes...la DESIDIA...y contagia especialmente a todos los políticos locales, que tendrían que demostrar entre sus obligaciones la de proteger nuestro entorno y nuestro patrimonio cultural para el disfrute propio y para venderlo al mundo.

En la parte alta de la rambla de Belén, muy cerca de una casa señorial que John Milius convirtió en la suntuosa Villa Pedecaris para El viento y el león (1975) y cuyo estado actual nos provoca vergüenza,


lindando con La Molineta, un paraje natural de gran valor medioambiental y etnográfico, existen unas cuevas que fueron refugio en la guerra civil, conocidas como Cuevas de Roque o del Polvorín.

El cine se fijó en este lugar en los años setenta, y hasta hace escasos años ha alternado la magia del cine con el más absoluto abandono por parte de sus propietarios y de nuestros gobernantes.
Conocidas en todo el mundo como 'las cuevas de Conan', tuvieron una prolífica relación con el séptimo arte, con títulos como Doomsday gun (1994), Tex e il signori degli abissi (1985) o Sol rojo (1971),



El tesoro de Manitú (2001), Hundra (1983), Straight to hell (1987), Los guerreros del sol (1986) o Conan el bárbaro (1982) - VER VIDEO -, y aún más títulos, como El justiciero ciego (1971), Los cuatro de Fort Apache (1972) o La justicia de los forajidos (1999).

Las movilizaciones de la plataforma 'Salvemos la Molineta', en contra del PGOU que minimiza el futuro Parque Periurbano de la Molineta, perdiendo los vecinos claramente la batalla contra la urbanización de la zona, se vieron de pronto sorprendidas por una agresión salvaje a las cuevas. Una supuesta licencia de obras para consolidar las cornisas se convertía en vía libre para la destrucción total del entorno.



En cuestión de días, dos excavadoras terminaron con el arco que vimos en tantas películas, ante la impotencia de los vecinos y el mutismo absoluto de las administraciones públicas.
El colectivo vecinal está totalmente abandonado ante esta barbarie, sin ninguna respuesta de un Ayuntamiento que paradójicamente se ha convertido desde hace poco tiempo en ostentoso abanderado de una "Almería de Cine".


Alain Delon, Arnold Schwarzenegger, James Earl Jones, John Milius, Giuliano Gemma, Jason Patric, Michael Herbig, Terence Young, Duccio Tessari...
Cualquier lugar del mundo habría hecho de las cuevas hace años un lugar de peregrinaje para aficionados de Conan, con la recreación de sus decorados, o un centro de interpretación dedicado al cine.
Y no sólo 'Conan el bárbaro', pues como nos cuenta Plácido Martínez, ayudante de producción en 'Los guerreros del sol' (Alan Johnson, 1986), "durante muchos meses construimos un pueblo en el interior de la cueva, incluido un lago,escalinatas, pasarelas, casas cueva, talleres de cerámica, lanas y mucho más, concluyendo el mejor decorado que nunca se haya construido en la cueva".

Decorados en el interior de la cueva, para 'Los guerreros del sol'
El daño parece ya irremediable. Almería sigue dejando perder su patrimonio histórico cinematográfico.
Contamos con una Casa del Cine, con importante promoción, pero no se dan cuenta de que la casa carece del 'alma' que los almerienses hemos dejado perder: los recuerdos del cine, de los que vinieron y de los almerienses que participaron en ese fenómeno sociocultural del siglo pasado.
Hoy asistimos a la ruina del cortijo Góngora, a la ruina del cortijo del Fraile y, si nadie para estos desmontes, a la desaparición total del entorno de las cuevas de Conan.

Gracias a Juan JesúsPlácido y Cristina, por su colaboración en la realización de este artículo, y a la Plataforma
Salvemos la Molineta por su entrega incansable.


19 de junio de 2011

Directos al infierno. Desierto y rock 3ª

Cuando hace un mes comenzábamos a comentar este evento, lo anunciábamos como 'el acontecimiento cinematográfico del año en Almería'. Y su celebración este 17 de junio no ha hecho sino confirmar todas nuestras expectativas.
Varios cientos de cinéfilos, rockeros o simplemente amigos de pasarlo bien nos dimos cita en un escenario de lujo, el poblado del oeste construido para La muerte tenía un precio (Sergio Leone, 1965), en el Parque Oasys, desierto de Tabernas, Almería.
En primer lugar, el director de documentales Carles Prats, el músico y escritor Sabino Méndez, y las cabezas pensantes que, con tanta ilusión y esfuerzo y el apoyo del I.E.A., han hecho posible esta actividad, Antonio J. García 'Ché' y Javier Navarrete, ocuparon el escenario del saloon The Yellow Rose para conversar durante casi dos horas sobre las circunstancias que dieron lugar al rodaje de esta película en 1986.


Entre historias del western europeo y la mejor luz del mundo, que adjudicaba el gran Tonino Delli Colli a Almería, se habló de la acusada influencia de la cultura punk en la gestación y desarrollo de esta película, y de la maravillosa coincidencia en aquella Almería de personajes que el tiempo llevaría por derroteros muy distintos, algunas veces con retorno físico o conceptual a nuestra tierra. Tal es el caso de Alex Cox - con casa en Tabernas hasta hace pocos años-, Joe Strummer - ya homenajeado por Los Isleta y el IEA en 2008 por su vinculación a Almería-, el grupo irlandés The Pogues y su mayor éxito, 'Fiesta' - inspirado en una Feria de Almería que tenía lugar aquel 1986 por última vez en el puerto, justo al lado del Gran Hotel, donde se hospedaba todo el equipo de 'Straight to hell'- o el director Jim Jarmush, que en 2008 volvería a Almería para rodar 'Los límites del control'

Una pantalla colgada de las paredes de madera de aquel mismo hotel que diseñó Carlo Simi para Leone, y sillas y bancos de madera dispuestos hasta llegar junto a la horca que imparte justicia en el poblado, nos esperaban para el segundo acto de esta noche memorable. El director Alex Cox enviaba un saludo grabado desde su casa estadounidense, con su peculiar español y un sugerente "nos vemos en la rambla" para despedirse y dar paso a una versión subtitulada de 'Straight to hell' que, además de los citados, contaba con la participación de Dick Rude, Sy Richardson, Courtney Love, Grace Jones, Dennis Hooper o Elvis Costello.




Mientras nos dedicábamos a comentar la película, especialmente aquellos que acababan de verla por primera vez,  nos sorprendieron disparos y carreras de los especialistas del Mini Hollywood, para llevarnos hasta el escenario situado delante del Banco de El Paso, aquel mismo que asaltaba la banda del Indio.



Era el turno de Carlos Segarra. muy activo minutos antes en el saloon reivindicando la españolidad del 'espaghetti western'.


Excelente concierto de rock clásico para cerrar la noche, con la sorpresa, una más, de la invitación a Sabino Méndez para tocar 'Route 66' con Segarra y su banda.

Aquí tienes un par de completos video-resúmenes




Además de una noche maravillosa de amigos, cine y rock, los coordinadores de 'Directo al infierno' nos han regalado una publicación que analiza todo lo que rodea el fenómeno 'Straight to hell' en Almería y su programa 'Desierto y Rock'. Publicación 'Directo al infierno. Desierto y rock 3ª'

Mientras en Almería no paran de sonar proyectos políticos que manosean hasta el hartazgo el concepto 'Almería es de cine', pero que no vemos concretarse con el paso del tiempo, actividades como ésta son las que recuperan el valor cinematográfico de Almería y sirven para concienciar a los propios almerienses de la importancia de conservar nuestros paisajes de cine. Curiosa y desgraciadamente, los restos del poblado de Tecisa -Blanco Town en el film- son dificilmente visibles ya entre el polvo del desierto y el majestuoso arco de piedra de las cuevas de la Molineta, por donde pasan en un Panda rojo Willy, Norwood, Simms y Velma, después de robar un banco en Benahadux, ha sido derribado hace cuestión de días.
Pero esa es otra historia, triste historia.

Esperemos que esto sea el inicio de una cita anual de nuestros poblados del oeste con el cine y con la música.
El éxito, como pudo verse el viernes, está asegurado. Sólo faltan ganas e ilusión.