2 de noviembre de 2021

Charles Bronson y Almería, de Armónica a Chino Valdez

 El 3 de noviembre de 2021 se cumple el centenario del nacimiento de Charles Dennis Buchinsky en el seno de una numerosa familia de origen lituano. Vivió una infancia difícil y trabajó en una mina de carbón, lo que le dotó de un físico que, junto a su "sonrisa amenazadora e inquietante", en palabras de Sergio Leone, lo llevaría a desarrollar en el cine una prolífica y exitosa carrera, tanto en el western como en otros papeles de hombre rudo, como detectives de policía o justicieros.


Estamos hablando de Charles Bronson. En el libro 'Algo que ver con la muerte', Christopher Frayling relata cómo lo describía Sergio Leone: "Es el destino `[...], una especie de bloque de granito, impenetrable pero marcado por la vida". El director italiano había ofrecido sin éxito el papel de Armónica para su magna obra 'Hasta que llegó su hora' (1968) a Clint Eastwood y James Coburn, pero finalmente fue Bronson quien se metió en la piel de Armónica y hoy día nos sería imposible imaginar a otro actor como tal. "Un rostro hecho de mármol. Un mestizo que persigue implacablemente su venganza". Su elección le costó serias disputas a Leone con las productoras pero finalmente su mirada, su forma de moverse, la atmósfera que supo crear alrededor del personaje, conforman uno de los pilares de esta obra maestra del western. 

"Es una persona muy solitaria. Se sentaba con la gorra calada sobre los ojos como para no tener que ver a a nadie y no tener que saludar a nadie. Siempre tenía una pelota de goma en la mano, que hacía botar constantemente. Resultaba difícil obtener de él una sonrisa". Claudia Cardinale sobre Charles Bronson en 'Algo que ver con la muerte' (Christopher Frayling, 2002).

El papel de Armónica en 'Hasta que llegó su hora' (Sergio Leone, 1968) fue la gran oportunidad de Charles Bronson, cansado de encarnar secundarios en grandes títulos y con la decisión tomada de probar suerte en Europa. En un periodo de cuatro años fueron cuatro western en Almería, siempre en ese rol de mestizo, incluso de indio, gracias a su físico musculado y a sus peculiares facciones.


Después de trabajar a las órdenes de Leone entre mayo y junio de 1968, en la primavera de 1971 fue Link Stuart en 'Sol rojo' (Terence Young, 1971). Y si en la "ópera de violencia" de Sergio Leone compartió protagonismo con Henry Fonda, Claudia Cardinale y Jason Robards, aquí volvía a formar  un auténtico poker de figuras junto a Alain Delon, Toshiro Mifune y Ursula Andress.


Casi sin solución de continuidad con respecto al rodaje de 'Sol rojo', en mayo de 1971 se ponía a las órdenes de un director con el que tuvo en el futuro una relación muy fructífera. Se traba de Michael Winner y de 'Chato el apache' (1972). De nuevo un mestizo, perseguido por las ramblas del desierto de Tabernas por una partida capitaneada por Jack Palance.


Y sería un año después, a finales de 1972, cuando Charles Bronson visitaría por última vez Almería. Junto a su mujer, Jill Ireland, y a un jovencísimo Vincent Van Patten, protagonizó 'Caballos salvajes' (John Sturges/Duilio Coletti, 1973), una película particularmente unida a una localización almeriense, el Cañón Negro, entre el desierto y Filabres, donde se construyó un rancho.

Su mirada, sus pequeños ojos azules y su carácter imperturbable están unidos al paisaje de Almería y a la historia del western rodado en esta tierra. Valga esta sucesión de imágenes para recordarlo en su centernario.


En nuestras innumerables rutas por la geografía cinéfila almeriense Charles Bronson tiene ganado su lugar. Hace muchos años, bautizamos como Barranco de Chato un lugar muy escondido en el que desemboca, algunas veces con una altísima caída de agua, la rambla del Cortijo de la Viña, junto a la rambla Indalecio.


Aquí se construyó una humilde cabaña habitada por indios en 'Chato el apache'. Para nosotros, para siempre, aquello será el barranco de Chato.